Una realidad que se mueve contra el inquilino
En 2000, siete de cada diez familias costarricenses vivían en casa propia. Hoy, el 19,5 % de la población alquila y la proporción de propietarios ha caído a 67 %. El Balance y Tendencias del Sector Vivienda 2023 identifica a más de un millón de personas atrapadas en contratos de alquiler, la mayoría hogares con ingresos entre ₡480 000 y ₡776 000 que no encuentran oferta adecuada a su capacidad de pago. La vivienda nueva se concentra en segmentos de alto precio, de modo que el mercado deja fuera a quienes más la necesitan. Cada mes de renta es un colón que no regresa en forma de patrimonio.
Los precios de obra y tierra no esperan
El Índice de Precios de Insumos para la Construcción (IPi‑CTR) subió 31 % entre 2012 y 2024. La tierra urbana se ha encarecido aún más rápido: un lote estándar de 250 m² en Curridabat costaba USD 73 500 en 2012; en 2023 superó los USD 120 000, un salto del 62 %. Ese rezago entre salarios y valores inmobiliarios explica por qué muchos hogares continúan alquilando. Lo preocupante es que las fuerzas que hoy moderan el costo de los materiales —principalmente el abaratamiento temporal del acero y combustibles— podrían revertirse pronto.
Cuando los mega‑proyectos encarecen todo
En los años 90 la presa de las Tres Gargantas absorbió 463 000 t de acero y 28 millones m³ de concreto. El precio global del mineral de hierro subió 16 % en dos años y la varilla costarricense se encareció más de 10 %.
Hoy China ha dado luz verde a la represa del Yarlung Zangbo: se estima que demandará 2,0 a 2,5 millones t de acero y más de 40 millones m³ de concreto entre 2025 y 2035. Apenas se anunció el proyecto, los futuros de mineral de hierro tocaron máximos de ocho meses. Con más de la mitad de la varilla que usamos importada, un alza global del 20 % podría traducirse en un 15‑18 % extra en la obra tica. Así, cualquier retraso en la decisión de compra expone a la familia a materias primas más caras y a viviendas cuyo precio final se disparará fuera de su alcance.
Comprar frente a alquilar: la evidencia económica
Estudios como “Lessons from Over 30 Years of Buy versus Rent Decisions” muestran que alquilar solo supera financieramente a comprar cuando el inquilino invierte rigurosamente cada colón ahorrado, algo que pocas familias logran. Quien paga hipoteca, en cambio, ahorra de forma “forzosa”: cada cuota reduce la deuda y protege contra la inflación de alquileres. En Costa Rica esa lógica es aún más clara, pues los alquileres suben conforme se encarece la tierra, mientras que la cuota tiende a mantenerse fija en términos reales. Comprar no es un gasto: es transformar un pago mensual en patrimonio que crece con el tiempo.
Propiedad y cohesión social: la visión de don Pepe
José Figueres Ferrer advertía que la democracia solo se consolida cuando todo ciudadano posee un pedazo de tierra donde levantar a su familia. Tener casa propia no es lujo, es estabilidad política y social. Estudios locales ligan la propiedad de vivienda a mayor participación comunitaria, mejor desempeño escolar y menores índices de violencia. Don Pepe lo resumió así en 1972: “No puede haber democracia y libre empresa permanentes mientras todos los ciudadanos no sean propietarios de, al menos, cien metros donde se sienta su familia”. Ese ideal sigue vigente.
El tiempo es ahora: pasos concretos para la familia que quiere comprar
Quien paga alquiler ya demostró que puede cubrir una cuota mensual. El desafío es dirigir ese flujo a su propio patrimonio:
- Calcule la diferencia entre la renta y la cuota proyectada; empiece a ahorrar esa suma cada mes.
- Consulte las predicciones TBP/TRI en Predicciones TBP/TRI para fijar la hipoteca cuando las tasas estén bajas.
- Revise las ofertas de crédito y requisitos actualizados en tasas hipotecarias.
- Mantenga una reserva equivalente a tres cuotas para evitar estrés financiero.
- Elija proyectos con diseño eficiente: menos metros desperdiciados significan menor costo por metro habitable.
Compromiso ADVICE
En Propiedades ADVICE creemos que una vivienda digna, de diseño vanguardista y calidad, es la base de una sociedad más justa. Por eso nos empeñamos en diseñar proyectos accesibles y en acompañar a cada familia durante el proceso de compra, desde la precalificación crediticia hasta la entrega de llaves. Nuestro mantra —El tiempo es ahora— nace de la sencilla verdad de que el futuro siempre será más caro y todos necesitamos dónde vivir. Postergar la decisión solo dificulta alcanzar la meta; actuar hoy es asegurar el patrimonio familiar y aportar a la estabilidad de Costa Rica.
Si sueña con su casa propia, este es el momento de convertir la cuota de alquiler en inversión. Porque cada ladrillo que levanta su hogar fortalece, al mismo tiempo, el futuro de su familia y el futuro de nuestro país.